El interés visceral del arte reside justo en esta cuestión: nunca se posee, siempre se escapa a otros territorios para que el hombre se abra hacia él, insatisfecho y esperanzado, y que siga buscándolo para siempre.
Marta Zatonyi en Arte y creación: los caminos de la estética

El arte conmovedor y sombrío de Chris Mars

Life is beautiful, óleo sobre panel, 2016.
Chris Mars es un artista y músico estadounidense nacido el 26 de abril de 1961 en Minneapolis, Minnesota. Fue baterista en una banda de rock alternativo llamada The Replacements desde 1979 hasta 1990. Posteriormente se une a Golden Smog para luego lanzarse como solista. A finales de los ’90 deja de lado su carrera musical para dedicarse de lleno a su faceta artística.
El artista trabaja actualmente en múltiples disciplinas: pintura, dibujo, ilustración, escultura y animación; y algunas de sus técnicas predilectas son óleo, pastel, esgrafiado y grafito. 
La obra pictórica de Chris Mars está profundamente atravesada por la enfermedad mental crónica que le fue diagnosticada a su hermano mayor Joe desde temprana edad. A los dieciséis años, los médicos le diagnostican una crisis nerviosa, la cual en realidad se trataba de esquizofrenia. A partir de entonces, Mars se enfrenta a diversas problemáticas que surgen a raíz de la enfermedad de su hermano: los numerosos cambios de instituciones y tratamientos, las incontables visitas al psiquiatra, la discriminación de la sociedad, los prejuicios de su familia, los abusos y descuidos por parte de los médicos que sufría Joe en los hospitales. En sus propias palabras: 
By those who wreck, esgrafiado, 2012.
"Las imágenes que conforman mi trabajo son producto del impacto visual y emocional producido por el esfuerzo de superación en una familia marcada por la enfermedad mental. Mi hermano mayor Joe sufre de esquizofrenia. Joe experimentó su primer episodio a los 16 años siendo internado inmediatamente. Consecuentemente, adquirí un miedo temprano y constante a que si no eres uno de los miembros "normales" de la sociedad, entonces puedes ser etiquetado, ser alejado de tu familia, ser privado de tu libertad, ser narcotizado y ser humillado". 
Todos estos sucesos dejan una huella imborrable en la psiquis del artista, quien vivenció todo desde apenas los cinco años de edad, por lo cual comienza a reflejar en su arte la empatía hacia los problemas de su hermano y todos los conflictos que conlleva en la sociedad padecer una enfermedad mental. 
Ivy, esgrafiado, 2012.
Su imagen podría categorizarse actualmente dentro de la corriente del surrealismo oscuro. Todas sus obras son siniestras, protagonizadas siempre por criaturas deformes, extrañas, de mirada melancólica, ojos enrojecidos y aspecto enfermizo, situadas en ambientes o paisajes deprimentes y pesadillescos. 
Resulta interesante observar su obra dentro del contenido de la objetividad y subjetividad en la representación de la figura humana, ya que la obra de Mars se caracteriza por estar siempre protagonizada por personajes en los cuales recrea el cuerpo y el rostro humano de maneras grotescas, terroríficas, satíricas y hasta tiernas en ocasiones; a la vez que utiliza una técnica meticulosa y detallista; con lo cual logra composiciones recargadas de personajes diversos en proporciones, texturas, colores y sin embargo, todos conjugan entre sí la atmósfera de un psiquiátrico desde la perspectiva de un niño pequeño y temeroso
A pesar del aspecto de sus obras, Mars es un artista con fuertes convicciones políticas y sociales, su trabajo refleja y denuncia temas como la persecución a los incomprendidos, la religión, la injusticia social, la corrupción política y de los medios de comunicación. Además está muy concienciado por el medio ambiente, así en 2008 colaboró con sus ilustraciones en un libro escrito por su mujer, Sally, titulado "Tolerance", del cual él mismo dice "Es un libro verde, utilizando tintas a base de vegetales, con papel reciclado, papel sin cloro. No está hecho por esclavos, los gastos de impresión no los patrocina las tiranías del Estado, ninguna mano de ningún niño ha cosido sus tapas. Es verde y es de comercio justo. Me he tomado mi tiempo para que sea así, pero estoy orgulloso del resultado final y de lo que hay en su interior". 
Actualmente el artista reside en Minneapolis con su esposa, Sally Mars. Pueden visitar su sitio web oficial aquí.

La Luz en la contemporaneidad: Artes cinéticas y lumínicas

El Arte Cinético, también denominado cinetismo, puede definirse como la forma de crear obras artísticas que se basa en el movimiento de los elementos que componen la obra o que se disponen en el espacio de la representación gráfica. Los artistas usan técnicas opticas y de una ejecución de la obra muy estudiada, generando sensaciones de movilidad en el espectador. Para ello, usan los conocimientos técnicos como son el juego con luces y sombras, el contraste de colores, el tamaño y proporcionalidad de los objetos, incluso insertan pequeños motores que dotan a la obra de movimiento. Esta actividad del artista se da principalmente en el campo de la escultura, donde se intervienen máquinas de distintas formas: accionadas por un motor eléctrico, activadas por manivelas, poleas, palancas, etc.
Pictóricamente, el arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas.
Muchos artistas del arte cinético le dan a la luz el papel principal en sus obras como generadora de movimiento y dinamismo -éstas son las denominadas Artes Lumínicas-, entre algunos de ellos podemos nombrar:
El estudio alemán Realities:United (fundado por los hermanos Tim Edler y Jan Edler), quienes trabajan con instalaciones lumínicas a gran escala en fachadas de edificios.


Beo Beyond, artista de origen alemán que reside y trabaja en Barcelona. A la hora de producir, le gusta utilizar materiales luminosos y fuentes artificiales de luz (como pintura fluorescente bajo el efecto de la luz negra). A simple vista, no están claras las fronteras entre arte y diseño al apreciar sus trabajos.



Hans Kotter, artista óptico de origen alemán. Ha producido numerosas obras utilizando la luz como protagonista:


Diet Wiegman, artista plástico holandés proveniente de Países Bajos. Una de sus creaciones más importantes son las esculturas en las cuales las luces y sombras cumplen un rol fundamental. Consisten principalmente en iluminar desde cierto ángulo una pila de objetos inservibles, de manera que la sombra proyectada por estos objetos forma una figura. Ésta práctica también se denomina shadow art. En palabras del propio artista: "Yo no inventé el fenómeno de la sombra, tan solo hago agujeros en la luz".


James Turrell, nacido en California en 1943, es un artista de la luz y el espacio reconocido internacionalmente, cuyo trabajo puede ser encontrado en colecciones alrededor del mundo. Por más de cuatro décadas, ha creado sorprendentes obras que juegan con la percepción y el efecto de la luz dentro de un determinado espacio. Su fascinación con el fenómeno de la luz se relaciona con una búsqueda personal acerca del lugar del hombre en el Universo.



Julio Le Parc, pintor y escultor argentino de ascendencia francesa nacido en 1928.
El principal objetivo de Le Parc es despegar al espectador de la obra fija y definitiva y allí radica el uso de la luz. La idea es que el espectador se encuentre frente a la obra y la rodee o no generando múltiples cambios. De esta manera, no se evidencia la inestabilidad de la misma pero si la morfología. El espectador percibe los cambios parcialmente y luego la reinterpreta para comprender la totalidad de la experiencia.
Las primeras experiencias con la luz se realizaron a fines de 1959. La luz se utilizaba en cajitas que reproducían, combinaban y multiplicaban con la ayuda de pantallas de plexiglás. Las mismas tenían forma de prisma, cuadrado o círculo. Se utilizaba la gama de 14 colores. La luz, el plexiglás y las formas geométricas eran solo un medio para poder comprender las variaciones que se podían manifestar en un único campo visual.
A continuación, algunos videos que demuestran el atractivo de sus obras de arte lumínico:



Festival de las Luces de Berlín o "Berlín brilla" es un festival en el que la luz desempeña un papel central. Durante dos semanas, artistas lumínicos ponen espectacularmente en escena edificios emblemáticos y estaciones de ferrocarriles de la capital alemana por medio de luz y proyecciones.


Seurat y el Puntillismo

Detalle de La Parade
(Georges Seurat)
El puntillismo o divisionismo es una técnica pictórica que consiste en representar la vibración luminosa mediante la aplicación de puntos que, al ser vistos desde una cierta distancia, componen figuras y paisajes bien definidos. En los cuadros todos los colores son puros y nunca se mezclan unos con otros sino que es el ojo del espectador quien lo hace. Son los puntillistas los que llevan las teorías científicas de Chevreul a su máxima aplicación. Chevreul aseguraba que los colores, cuantos más puros fuesen, tonos más interesantes conseguirían. Por eso, los puntillistas, una vez hechas las figuras sin mezclar ninguno de los cuatro colores básicos -ni sus derivados- que utilizaban, dejaban al ojo humano el resto: mezclarlos produciendo una imagen vibrante, luminosa, armónica.
Este estilo apareció por primera vez en 1880 encabezado por Georges Seurat y Yael Rigueira.
A lo largo de su obra, Georges Seurat se apegó fuertemente al “enfoque científico” de los teóricos del color, ya que creía que un pintor podía usar los tonos para crear armonía y emoción dentro del arte de la misma manera en la que un músico utiliza el contrapunto y las variaciones para crear armonías en la música. Según Seurat, conocer las leyes de la percepción y de la óptica permitirían crear más fácilmente un nuevo lenguaje del arte. Se dedicó a demostrar el lenguaje que él llamaba “cromoluminarismo” (también denominado por otros autores puntillismo o divisionismo) a través de líneas, diversas intensidades y esquemas de color dentro de sus obras. Para Seurat, en una obra, la alegría se obtenía si dominaban tonos luminosos, colores cálidos y líneas ascendentes. La calma era representada gracias a un equilibro entre tonos de luz y oscuridad, colores fríos y cálidos y trazos horizontales. Finalmente, la tristeza se lograba con tonos oscuros, colores fríos y sombríos y líneas descendentes.
Entrada en el Puerto de Marsella; Paul Signac; 1918
Otros artistas notables del puntillismo fueron: Charles Angrand, Chuck Close, Henri-Edmond Cross, Henri Delavallée, Hippolyte Petitjean, Georges Lemmen, Maximilien Luce, Camille Pissarro, John Roy, Paul Signac, Vincent van Gogh y Théo van Rysselberghe.
Los científicos o artistas cuyas teorías de luz o color tuvieron algún impacto en el desarrollo del divisionismo incluyeron Charles Henry, Charles Blanc, David Pierre Giottino Humbert de Superville, David Sutter, Michel Eugène Chevreul, Ogden Rood y Hermann von Helmholtz.

La Parade; Georges Seurat; 1888.

Monet y la captación de la Luz

A Monet no le interesa la objetividad del paisaje urbano, sino la captación de la atmósfera y de la luz; "(...) mientras Renoir captaba la intensa belleza del lugar, rico en movimiento, colores y vida y la plasmaba en una atmósfera de luz, de goce estético que expresaba el amor del artista a la vida cotidiana, el interés de Monet se desplazaba a los reflejos del agua, donde los rojos, los verdes y los blancos están afrontados con una violencia de estilo y una seguridad perceptiva extraordinaria (...) Monet, junto a Pisarro, pintó el Támesis y las brumas de los parques londinenses, temas que, excluyendo la estabilidad de los planos de perspectiva, permiten el estudio ya no del objeto, sino de la atmósfera o del agua en sus transparencias. (...) Monet abandonó Londres para regresar a Francia con una breve etapa en Holanda, durante la cuál realizó una serie de paisajes surcados por lentos canales y con molinos de viento, donde la atmósfera diáfana se traduce en color puro con una absoluta inmediatez de sensación óptica.
(...) Dos años después de pintar "Impresión: sol naciente", cuando la obra apareció en la primer exposición colectiva de impresionistas, el término impresión sería empleado despectivamente y con ironía por el crítico Leroy; pero al propio tiempo, adquirió el carácter de enseña histórica del movimiento y puede decirse que de modo apropiado, porque, lejos de referirse a superficialidad o ligereza, expresa el concepto sustancial de sensación, percepción, análisis de lo que aparece fugazmente a nuestros ojos, de lo que muda ante nosotros a cada instante. Puede considerarse una experiencia fenomenológica de la realidad, en cuanto el artista, a través de tal impresión, queda involucrado en el flujo de lo real y se hace partícipe de ello con su trabajo, poniendo en juego también un proceso cognoscitivo." Con esto, entendemos que el pintor impresionista no retrata en su lienzo una simple visión superficial de la realidad, sino que la transforma y la estudia a fondo para luego resumirla en el cuadro a través del color y la luz que percibe. Monet, particularmente, buscaba captar lo que el ojo ve y el cambio dinámico del paisaje en función de la perspectiva y la luz.
Monet se hizo construir un estudio en una barca para poder pintar en el Sena y encontrarse también físicamente en el centro de las sensaciones de luz y de color que pretendía captar.
"El único mérito que tengo es haber pintado directamente de la naturaleza, con la intención de comunicar mi impresión incluso de los más fugitivos efectos."
-Claude Monet

En la obra de Monet, la luz asume funciones de concentración mientras se confía al color el aspecto constructivo de la obra: es decir, que el color es el que da forma a los elementos de la composición, pero lo que capta la atención del espectador de la obra son las partes que están iluminadas.
Con el fin de estudiar los distintos matices de la atmósfera que envolvía los motivos, era típico de los impresionistas el realizar distintas versiones de la misma composición en distintos momentos del día y bajo distintas condiciones de iluminación y atmosféricas.
Como claro ejemplo de esto, podemos mencionar la serie de la Catedral de Rouen realizada por Monet, pero también pintó varias versiones de pajares, o del edificio del parlamento británico cuando estuvo en Londres. Pissarro, por su parte, pintó en varias ocasiones la vista que le ofrecía su ventana del bulevar de Montmartre.
Camille Pissarro - Boulevard Montmartre
Distintas versiones del Boulevard de Montmartre; Camille Pissarro; 1897.
Serie "Los Almiares"; Claude Monet; 1890-1891.
Serie de la Catedral de Rouen
Serie de la Catedral de Rouen; Claude Monet; 1892-1894.

Teoría de Descomposición de la Luz

El científico Isaac Newton, en su Teoría de Descomposición de la Luz, dedujo que los colores del arco iris eran colores puros, mientras que la luz blanca era la mezcla de todos ellos.
Sentó las bases de la teoría moderna del color cuando desarrolló la rueda de color en la década de 1660. Newton entendió que diversas mezclas de luz hacen el color visible para el ojo humano. Los tres colores que no se podían hacer mediante la mezcla (rojo, amarillo y azul) se conocen como colores primarios. Newton dibujó un diagrama circular, que ahora se llama la rueda de color, para demostrar cómo mezclar los colores primarios para crear los colores secundarios y cómo mezclar colores secundarios para crear colores terciarios. Alrededor de 1810, el escritor Johann Wolfgang von Goethe mejoró las teorías de Newton mediante el estudio de los efectos de percepción de color. Dividió los colores en el "lado positivo" y el "lado negativo". Los colores "positivos", como el rojo y el naranja, generan sentimiento de calor mientras que los colores "negativos", como el azul y el verde, generan sentimientos de frío.

Círculo cromático de Newton

Las influencias de las teorías de Chevreul en el Impresionismo

Colores complementarios
Michel Eugène Chevreul tuvo una enorme influencia en muchos pintores del siglo XIX al intentar
 elaborar una teoría científica sobre el color. El interés de Chevreul partió de su trabajo como director de una fábrica de tapices, al tener que enfrentarse a la tarea de mezclar tintes y de combinar colores. Chevreul se encontraba con la dificultad de que, con frecuencia, no conseguía el efecto de color deseado, pero no por culpa de los pigmentos, sino de la influencia de los colores adyacentes. Este hecho le llevó a investigar de manera supuestamente científica cómo la apariencia de unos colores estaba influida por los colores adyacentes, culminando su investigación con la publicación, en 1839, de su obra "De la ley del contraste simultáneo de los colores".
En este libro, Chevreul propuso el concepto de "contraste simultáneo" de colores, y la ley que lleva su nombre, que afirma que "dos colores adyacentes, cuando son vistos por el ojo, aparecerán tan diferentes como sea posible". En su trabajo, Chevreul mostraba que un color dará a su color adyacente un matiz de color complementario. Como consecuencia, la yuxtaposición de colores complementarios dará un aspecto más brillante al conjunto; por ejemplo, yuxtaponiendo verde (formado por la mezcla del azul y amarillo) y rojo (el tercer primario no presente en mezcla que origina el verde). Mientras que al poner colores no complementarios juntos dará como resultado un conjunto «contaminado», como sucede, por ejemplo, al poner juntos amarillo y verde, el amarillo recibe un matiz violeta (su complementario).
Michel Eugène Chevreul. Círculo Cromático (1864) M. C. Chevreul, Des couleurs et leurs applications aux arts industriels. A l‘aide de cercles chromatiques, París 1864
La teoría del color de Chevreul, a pesar de su respaldo científico, ha sido muy controvertida y cuestionada. Según el célebre historiador de arte francés André Chastel, al hablar de la teoría del contraste simultáneo, dice que:
«Se ha revelado como una de las más curiosas ficciones pseudocientíficas de la historia del arte; teoría inexacta en sus premisas, no conforme con la enseñanza de la física y de imposible aplicación integral».
La rueda del color

La luz en el Impresionismo

Impresión: sol naciente; Claude Monet; 1872.

El impresionista trata de representar -dicho de manera redundante- la impresión, es decir, el efecto producido por la acción de los objetos exteriores en los órganos de los sentidos. Su visión depende siempre de la luz y de sus variaciones, que se convierten en el tema del cuadro.
El paisaje es la forma de pintura más importante. Trabajan al aire libre, ante el motivo que se va a representar, y de forma rápida, pues la naturaleza es cambiante y lo que les interesa es fijar una impresión fugaz: el mar y sus horizontes movedizos, el cielo y sus nubes móviles, el sol y sus vibraciones, etc.
Los impresionistas no fueron un grupo heterogéneo. Cada pintor poseía su personalidad propia. Sin embargo, es posible identificar en ellos una serie de características comunes:
Pintaban escenas cotidianas, ejecutadas directamente al aire libre. Así, su pintura se concibe en función de la luz y el color. Lo importante es captar cómo se refleja la luz de los objetos, en las figuras, en el agua, valiéndose para ello del contraste de colores puros. Conocen y emplean las teorías del color, especialmente las de Chevreul.
La libertad guiando al puebloEugène Delacroix; 1830.
Los impresionistas también aprendieron mucho acerca del uso de los colores estudiando las obras de Delacroix, quien hacía un uso sorprendente de los contrastes entre los complementarios, llegando a abandonar de su paleta los colores terrosos. Los impresionistas también aprendieron de Delacroix que, mezclando los colores con el blanco, se obtenía mayor luminosidad, y que las sombras se pueden conseguir yuxtaponiendo colores entre sí, sin utilizar el negro.
Técnicamente aplicaban los colores directamente sobre el lienzo, sin mezclar en la paleta, con pinceladas sueltas de manchas yuxtapuestas, de forma que a cierta distancia de la tela, es la retina del espectador la que mezcla los colores
A continuación, se podrán ver algunos detalles de pinturas de Monet, en donde se observa de cerca cómo el pintor superpuso manchas de color puro con pinceladas notables:


La luz en el Realismo

El Realismo fue un movimiento artístico y literario que surgió alrededor de 1840 en reacción al Romanticismo. En el aspecto pictórico, fue un movimiento que intentaba plasmar objetivamente la realidad. Está vinculado a las ideas socialistas. En general, se aprecia un interés por las clases sociales más desfavorecidas surgidas de la Revolución Industrial.
Los principales representantes del movimiento fueron:

Gustave Courbet (1819-1877)

El sueño; 1866. 
Las cribadoras de trigo; 1853. 
El taller del pintor; 1855. 
The stone breakers; 1850.
Courbet aprendió su técnica de Velásquez y Zurbarán, el manejo de la pintura y la interpretación de luces y sombras de Rembrandt, -que consiste en aplicar una fuente de luz por encima de los ojos del modelo y conseguir que la sombra en la parte no iluminada dejara un pequeño triángulo debajo del ojo a causa de la sombra de la nariz-, y la composición y reinterpretación del espacio de David
En las obras de Rembrandt, la iluminación da sentido a la composición: jerarquiza a los personajes, descubre los gestos y la expresión de los mismos. La luz procede de la oscuridad y aporta a la imagen un gran efecto de teatralidad.
La temática de Courbet está dedicada a la vida rural y a los oficios humildes. Presenta verdades cotidianas de la vida del campo y de la ciudad. La pincelada es suelta, se dan los tonos cálidos sobre fondos oscuros y los contrastes de luces y sombras. Anticipa el impresionismo al representar los paisajes con anchas pinceladas.

Jean-François Millet (1814-1875)

El Ángeluz; 1850.

Cazando pájaros de noche; 1874.
La cosecha de la patata; 1855.
Las espigadoras; 1857.
El sembrador; 1850.
Millet, pintor de los campesinos, demostraba predilección por los temas rurales, la ética y la religiosidad del trabajo rural. Los protagonistas de su pintura son trabajadores del campo ajenos a los asuntos políticos del momento. Representa a los trabajadores como héroes de moralidad, transforma las escenas de trabajo y pobreza en imágenes de nobleza épica y dignifica a la población rural. Millet demostraba un marcado interés por retratar la luz natural, lo cual lo acerca mucho a la corriente impresionista. Su pincelada es firme y segura al igual que el dibujo, emplea colores suaves para el campo y más oscuros para los personajes, reflejando las vestimentas de los campesinos a la perfección. Ésta forma de pintar a los trabajadores (cubiertos de sombras contrastando con la luz del paisaje que los circunda) era lo que les confería un aire de fortaleza y solemnidad. La intención de Millet era inmortalizar a los campesinos en sus pinturas como si su labor fatigosa fuera algo eterno y sagrado, incluso al verlos, los relacionaba con escenas del Antiguo Testamento.