El interés visceral del arte reside justo en esta cuestión: nunca se posee, siempre se escapa a otros territorios para que el hombre se abra hacia él, insatisfecho y esperanzado, y que siga buscándolo para siempre.
Marta Zatonyi en Arte y creación: los caminos de la estética

La estética, el arte y la belleza según Platón


«Si hay algo por lo que vale la pena vivir, es por contemplar la belleza.»
-Platón.

Para comenzar esta investigación, primero debemos atener a definir el concepto sobre el cual se sustenta: la estética. Ésta se definiría como el “conjunto de elementos estilísticos y temáticos que caracterizan a un determinado autor o movimiento artístico, no podemos obviar que ésta ha estado ligada desde siempre a la belleza, al arte y a lo que podemos llamar el espíritu”.[1] Todos los escritos de Platón que se refieren al arte y a la estética no han sido ordenados sistemáticamente, más bien se entremezclan con sus escritos sobre metafísica y ética; por lo tanto, todo lo que ha escrito el filósofo sobre teoría del arte y estética proviene de elementos encontrados en sus textos en forma de metáforas, alusiones, resúmenes o anuncios.
La teoría idealista de la existencia y la teoría apriorística del conocimiento, influyeron sobre su concepto de la belleza, mientras que la teoría espiritualista del hombre y la moralista de la vida se reflejan en su concepción sobre el arte.
Por empezar, debemos dejar en claro que el concepto de belleza del cual diserta Platón en sus textos, dista bastante del cual predomina en estos tiempos.
Nuestra concepción actual de belleza se relaciona con lo que estimula a los sentidos (vista, tacto) y les produce placer, es decir, es una definición más cercana a la que sostenían los sofistas (con la cual Platón no estaba de acuerdo por acusarla de subjetiva y excesivamente limitada); mientras que, para Platón, ésta definición de belleza tan sólo constituye una parte de la misma. En la belleza también se involucran los conceptos de la verdad, el bien y la virtud. El filósofo estaba convencido de que lo más hermoso que podía contemplarse era la sabiduría. La belleza exterior es tan sólo un mero detalle estético, lo que contaba realmente eran los aspectos morales y cognoscitivos, al margen de los estéticos. Básicamente, el bien y la belleza eran sinónimos para Platón (el subtítulo de su obra “El Banquete”, la cual trata principalmente sobre la belleza, tiene como subtítulo “Sobre el bien”). Esta forma de pensar era muy común entre los pensadores griegos de esa época, en la cual la teoría de la división entre belleza, bien y verdad no predominaba aún. El pensamiento platónico sobre la estética tiene un matiz moralista e idealista.
Debemos tener en cuenta que Platón habla sobre belleza y arte de manera separada, sin hacer alusión a la estética (ya que éste es un término surgido en el siglo XVIII). Su teoría del arte no está estrechamente ligada con su teoría de la belleza. Para Platón, el arte que comprendía la escultura y la pintura eran vistas como artes útiles, producidas por el hombre gracias a una destreza manual y con algún fin específico.
Planteó una división de las artes en tres categorías: artes que utilizan objetos, artes que los fabrican o artes que los imitan.
El filósofo dio paso a la ruptura en la convicción previa de que lo bello es lo que provoca gusto y agrada exclusivamente a los sentidos. Por esta razón, fue el iniciador de la crítica del arte y de la
Discóbolo; Mirón de Eleutera; 450 a.C.
especulación estética
.
Otra de sus afirmaciones fue que la belleza no se podía limitar simplemente a lo corpóreo o lo tangible; ésta podía ser también propia de las almas y las Ideas, lo cual la convertía en una belleza superior a la material. Introdujo también los conceptos de belleza real y belleza ideal.
Platón comienza a hablar de belleza indagando en el mundo sensible de las apariencias, para él éstas participan de la naturaleza y esta a su vez participan del movimiento y del cambio, con lo que las apariencias de belleza son puros reflejos. Sin embargo él no niega su existencia, al contrario la no-belleza existe: está presente en la vida cotidiana, la no-belleza participa de la belleza. Con esto, Platón busca entonces el significado de belleza.
Define a ésta como algo existente, ya que considera que si existe en la palabra existe en el pensamiento, porque de no existir en el pensamiento, tampoco existiría en la palabra. Platón realiza una jerarquización en cuanto al conocimiento. Por más que la belleza lógicamente no sea razón, porque no hay nada que lo compruebe, él aseguraba que estaban totalmente ligadas, refutando los pensamientos Socráticos sobre esto. Platón sostenía que no se podía calificar a la
Friso del Partenón; Fidias; 490 a.C.- 431 a.C.
belleza como algo palpable, corpóreo:
 “Lo bello en sí no es este objeto ni aquel otro sino algo que les comunica su propio carácter.”[2]
Por otro lado, para Platón, el arte consistía en una imitación de una percepción del artista del modelo verdadero de la realidad, de manera tal que el artista se encontraría dos veces alejados de la Verdad. El interés que poseía Platón por la Verdad lo llevaba a menospreciar las producciones artísticas. Tanto la música como la pintura son copias de la forma real, siempre que se reproduzcan de la forma más fiel posible al modelo.
Las ideas sobre belleza y arte que tenía Platón se contraponen en extremo con las que tiene el hombre promedio de la época contemporánea en el mundo occidental: nosotros consideramos algo bello cuando produce placer y gusto a nuestros sentidos. La belleza que estimula la vista, principalmente, es la más valorada en la actualidad, por esto mismo existe el miedo a envejecer en muchos adultos de mediana edad, ya que la juventud es la época de mayor esplendor físico según el estereotipo predominante, y el hecho de perder esta belleza exterior les resulta desesperante o un grave problema que debe ser solucionado por medios artificiales. Por esta razón, hoy en día, la belleza representa un negocio además de un ideal importante. Las cirugías estéticas, los gimnasios, los medios de comunicación, las tendencias de moda, etc., son algunas de las cosas que contribuyen a alimentar esta concepción de belleza actual fundamentada en el goce visual. No es algo digno ser amado, como alegaba Platón, sino más bien algo digno de ser idealizado y admirado.
La idea de belleza que plantea Platón es evidentemente mucho más productiva y enriquecedora para el ser humano, ya que se trata de una belleza permanente que se puede ir acrecentando a lo largo de toda la vida por medio del cultivo intelectual y moral; en contraposición a la belleza de la época actual, que es efímera y se va perdiendo a lo largo del tiempo, siendo cada vez más difícil de mantener.

[1] Cita de http://ciberestetica.blogspot.com.ar/2011/04/la-estetica-segun-platon.html
[2] Bayer, 1993, p. 35

Fuentes de Internet: